Durante la celebración prometió "vivir en obediencia, sin propio y en castidad"; y, al mismo tiempo, profesó la vida y Regla de los Hermanos Menores, y prometió observarla fielmente, entregándose de todo corazón a la Familia Franciscana, para que, con la acción eficaz del Espíritu Santo, y con la intercesión de San Francisco pueda tender constantemente a la perfecta caridad, en el servicio de Dios, de la Iglesia y de los hombres.
Además le fue entregado el hábito de San Francisco, hecho en forma de cruz en señal de consagración, y el cordón, para que sea para José un lazo de amor y expresión de pobreza. Finalmente le fue entregada también la Regla de la Orden Franciscana, libro de vida y médula del evangelio, para que, observándola fielmente, viva siempre en caridad. una vez acabada la profesión recibió el abrazo fraternal de todos los Hermanos.
San Francisco me fascina... (quien me iba a decir hace 3 años que diría esto...) Y es verdad, el poverello de Asís me atrae tremendamente... Y al mismo tiempo me asusta, porque sé que sería incapaz de entregarme tanto...
Al día siguiente, José vino a celebrar la Eucaristía a la parroquia, y en la acción de gracias dijo "estoy tremendamente enamorado de Jesucristo" Y me quedo con esto...
Hace ahora 3 años, anuciamos en la Eucaristía de la parroquia José y yo que no íbamos; uno al seminario y otro al noviciado... Recuerdo que cuando me tocó hablar me temblaban las piernas... Después de estos años puedo decir firmemente que no es que sólo esté enamorado de Jesucrist, sino que además Jesucristo me ha enamorado tremendamente... Estos días he tenido la suerte de poder ser testigo ocular de como lo ha hecho con más hermanos míos... (y con algunos amigos) Y me doy cuenta de que el tiempo corre, y que Jesucristo enamora...
Ójala todos los días pueda yo decir esto... Estoy enamorado de Cristo. De Cristo pobre y crucificado...