No se si llamarlo tonto o incapaz, o inconsciente... o que caigo, o que no valgo, o que para esto, mejor en mi casa... Y es que a veces no sé muy bien porque, pero me dejo llevar... y parece que me vuelvo insensible ante las cosas de Dios, y que "desprecio" todo lo que recibo por pura gracia...
Y es que después de 3 años contigo, Señor, viviendo tan cerca de ti, en tu casa, renunciando aparentemente a tantas cosas, parece que siga sin entender nada...
He sido capaz de irme de mi casa, de dejar mi Instituto, a mis amigos, a mis padres y de venirme aquí... ¿A qué...? ¿A seguirte de cerca...? Si, a seguirte de cerca, a intentar acercarme a todos lo que tú te acercabas, a mirar como tú mirabas, a ayudar a quienes tú ayudabas, a no importarme dar la vida por los demás, por los que no tienen a nadie... Pero me olvido tantas veces de esto... y me acomodo tan fácilmente a una vida "normal"... facultad-seminario, seminario-facultad... laudes-desayuno-autobús-clases-autobús-comida-estudio.... vuelta a empezar... Pero, ¿Acaso no puedo darlo todo en lo cotidiano de cada día? Claro que puedo! y debo! Debe saber darlo todo en cada momento... estar atento en lo que me pides... cada mirada necesitada... cada gesto...
Pero me cuesta, que le vamos a hacer... y cuando no, me olvido...
Me ayuda saber, al menos, que a los apóstoles les pasaba algo parecido... y que muchas veces no acertaban ni a la de tres...
Y me siento pequeño, incapaz... y tonto, sí, tonto....
Pero me alegra recordar, que esto no depende de mí, y que si esto sale bien es porque realmente te quedas con nosotros, y porque tienes pensadas cosas grandes para nosotros, y porque lo que tienes pensado lo harás con nosotros... Me alegra saber, que te valdrás de mi para poder apagar aunque sea algún pequeño dolor...
Y me alegra también saber, que de vez en cuando me das un toque de atención.
Y es que después de 3 años contigo, Señor, viviendo tan cerca de ti, en tu casa, renunciando aparentemente a tantas cosas, parece que siga sin entender nada...
He sido capaz de irme de mi casa, de dejar mi Instituto, a mis amigos, a mis padres y de venirme aquí... ¿A qué...? ¿A seguirte de cerca...? Si, a seguirte de cerca, a intentar acercarme a todos lo que tú te acercabas, a mirar como tú mirabas, a ayudar a quienes tú ayudabas, a no importarme dar la vida por los demás, por los que no tienen a nadie... Pero me olvido tantas veces de esto... y me acomodo tan fácilmente a una vida "normal"... facultad-seminario, seminario-facultad... laudes-desayuno-autobús-clases-autobús-comida-estudio.... vuelta a empezar... Pero, ¿Acaso no puedo darlo todo en lo cotidiano de cada día? Claro que puedo! y debo! Debe saber darlo todo en cada momento... estar atento en lo que me pides... cada mirada necesitada... cada gesto...
Pero me cuesta, que le vamos a hacer... y cuando no, me olvido...
Me ayuda saber, al menos, que a los apóstoles les pasaba algo parecido... y que muchas veces no acertaban ni a la de tres...
Y me siento pequeño, incapaz... y tonto, sí, tonto....
Pero me alegra recordar, que esto no depende de mí, y que si esto sale bien es porque realmente te quedas con nosotros, y porque tienes pensadas cosas grandes para nosotros, y porque lo que tienes pensado lo harás con nosotros... Me alegra saber, que te valdrás de mi para poder apagar aunque sea algún pequeño dolor...
Y me alegra también saber, que de vez en cuando me das un toque de atención.
6 comentarios:
joan tonto no ,que facil decir de quien nos hemos fiado lo dificil es dia a dia vibirlo darte animos ,que facil, pero confia EL da fuerzas y tus caidas EL tambien las tenia la fuerza la oracion
Joanalbert, todos tenemos días , momentos en que todo lo que haces no tiene sentido y te lo digo por experiencia, a mí me pasa , un día estoy por las nubes y al otro ...., yo te conozco un poco, te sigo a diario veo que te fijas en ciertos detalles que a otros le pasan desapercibidos, no se por que dudas de ello... ¿crees que tu vida no está destinada a lo que estas haciendo....?, yo creo que sí, pero es normal hacerse preguntas, tener dudas...Es normal..Mi vida no tiene nada de parecida a la tuya, pero yo también tengo mis luchas y así será....Yo te leo y te admiro...
Comprendo que a veces quieras contar lo que está pasando dentro de tí, necesitas hablar , descansar, te entiendo por que a mi a veces me pasa así y no encuentro a nadie apropiado para hablar....O entiendo que no quede tiempo ....
Pero que no te preocupe, "despues de la tormenta, viene la calma..." ;)
Un beso.
Ave fénix.
Alguien me pide que te de ánimos.
Una vez le dijo una oblata a un seminarista desanimado: "si no hay mierda, no hay planta". ¿Servirá? :)
(Disculpad la palabra ¿soez?, pero a veces las oblatas hablan muy clarito. Yo sólo lo repito)
Me parece un acto de humildad precioso el que has hecho en este post, Joan.
La debilidad humana es nuestra seña de identidad, y Dios ya cuenta con ella. Él te ha llamado para que como barro maleable, te pongas en sus manos, y te dejes moldear.
No te preocupes si a veces te sientes inútil, débil, porque Dios está construyendo su obra a través de personas como tú, que lejos de la vanidad que da sentirse hijo de Dios y estar cerca de Él, ve su debilidad y la reconoce.
Pido mucho por ti, para que esa vocación llegue hasta el final, y dentro de unos años, puedas ser un sacerdote estupendo.
Dios se ha fijado en ti, y eso es un privilegio.
Un abrazo y mucho ánimo.
Perdón por aburriros con mis historiestas... pero está bien ver q no somos super-hombres... Y gracias por los animos!
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