jueves, 10 de enero de 2008

tiempo de Dios...

Ayer hablando por el messenger con una buena amiga me preguntó ¿Que tal el seminario después de las vacaciones?, le contesté "como siempre; mi vida es monótona; seminario-facultad; facultad-seminario" Le hizo gracia... porque ella sabe que eso no es cierto, y yo también lo sé... ¡La de cosas que llegamos a hacer para acabar pronto y no hablar de las mil y una cosas que nos ocurren! (al menos a mí, que sí me pasan) y es que cuando vives en el seno de la Iglesia realmente te pasan muchísimas cosas... y muchas veces innumerables, insoñables, impensables... porque Dios te sorprende cada día... sólo al levantarme por la mañana y escuchar la campana de las Hermanas Oblatas (religiosas contemplativas) y ver que frente a mi ventana viven mujeres consagradas por mí, que no cesan de rezar por mi, que ofrecen su vida por mi... por todos... ¡Impresionante nada más despertar! Pues así todo el día cargado de gestos...
Esta semana estamos de preparativos para los Ministerios de Lector y Ácolito, que será el Sábado a las 11'00h en la Iglesia del Seminario; esta celebración tiene lugar después del Rito de Admisión, generalmente el Lectorado en 4º de Seminario y el Acolitado en 5º. Ocho serán los seminaristas que reciban los ministerios... es una gracia de Dios poder ver a tus "hermanos mayores" avanzar en su camino de seguimiento a Cristo Buen Pastor... Te llena de ánimo... sobretodo cuando te dicen "parece el otro día cuando estaba en primero, como tu"... suenan a frases que les digo muchas veces a mis "hermanos pequeños" del Menor... pero es realmente cierto... porque realmente cuando vives fiado y confiado en Cristo, y en la Iglesia que te lleva de la mano, el tiempo parece volar... porque son las cosas de Dios... porque Dios todo lo hace oportunamente... y realmente no, mi vida no es monótona... sino que cada día, cada instante, cada momento es tiempo de gracia, es tiempo de aventura... es tiempo de Dios...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Wau

Anónimo dijo...

Tienes razón. El tiempo, como toda realidad de este mundo, está llamado a ser santificado. Y lo es cuando se convierte en el tiempo para hacer la voluntad de Dios.

marisa dijo...

Pasé a felicitarte el año, que venga cargado de nuevas ilusiones y que tus sueños se hagan realidad.

мey dijo...

A veces la felicidad cuesta...tienes razón!Pero nunca nos rendiremos...!!!