Se me presentaba un adviento durillo... el nuevo ambiente en el Seminario Mayor, la Facultad, cambio de aires, de casa, de hermanos de comunidad... Pero sí te fías del Dios-Niño, del Dios-Esperanza, del Dios-Salvador... cuando realmente lo haces... impresiona... Ha sido un tiempo maravilloso...
Vivir la Navidad como tiempo de gracia, como tiempo de encuentro real con el Dios que se abaja a lo más pequeño por mí, no ha podido mas que llenarme de alegría por tanto amor gratuito... Han sido días intensos... estar unos días en casa, con la familia, los amigos, la parroquia... La experiencia del encuentro en Madrid... Y la impresionante convivencia en Lerma, con las Hermanas Clarisas...
Cuantas veces estamos esperando mil y una cosa para sentirnos... no se qué... y realmente se nos da por añadidura... ¡Cuanto bien derramado en favor nuestro!
Ahora parece que "todo" vuelve a la normalidad... de nuevo el Seminario, la Facultad, los hermanos de Comunidad... pero todo sigue siendo bien derramado en favor nuestro...
Realmente es maravilloso vivir entre cristianos... cristianos libres que viven el don de haber sido llamados... ¿Se puede ser más feliz...?
De nuevo, pues, me teneís en Moncada, en el Seminario, para lo que necesiteís... como siempre...
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