domingo, 18 de mayo de 2008

Baix ton mant

Como el sábado pasado no se pudo celebrar la procesión de la Virgen de los Desamparados por la lluvia, se hizo ayer por la tarde, aunque a hora de comer se puso a llover y todos mirábamos hacía el cielo pensando que se volvería a suspender... Finalmente la lluvia paró. Antes de salir, rezamos el rosario en la catedral...


Y la Virgen salió por las calles... Los seminaristas la acompañamos... como siempre... No se desde cuando estará esa tradición de acompañar los seminaristas a la Virgen (me he encontrado esta foto de 1923),

Pero la verdad es que es todo un honor... La primera vez que fui, fue mi primer año de seminario, y recuerdo que un seminarista del mayor me dijo “verás en las lagrimas de la gente la sed de felicidad, la sed de Jesucristo” Y es que al mirar a la Virgen no puede más que provocarnos eso, sed de Dios, sed de “hágase”...
Acompañar a la Virgen debe hacernos caer en la cuenta de todo lo que implica el fiarse de Dios en todo y para todo... Personalmente creo que los que fuimos intentamos vivirlo así. Por supuesto que, te desborda la multitud de gente, de pétalos... Pero, ojalá mirando a Maria, sepamos mirar también a su hijo, y como Él, inclinándonos hacía a cada uno de nuestros hermanos...

3 comentarios:

Juanma Martinez dijo...

Hola Juan Albert:

Nada que me pasaba por tu blog y digo: voy a scribirle a Juan Alberto.

Y nada aqui estoy escribiendote.

Beno que nada que por aqui por el seminario te hechamos demenos. Los formadores han encargado un puzzle de cuando fuiemos a port aventura y hoy se lo llevavan a enmarcar lo trajeron el domingo y ya lo hicimos ayer.

Bueno cuidate y pasate por mi blog.

Un saludo:
Juanma

Anónimo dijo...

Hola JuanAlbert!

Jooo que guay que hayas escrito sobre la Virgen, me hubiese encantado estar ahí. Mucha gente, no? Qué emoción, la verdad. Yo cuando veo a la imagen de la Virgen, me emociono. No sé si será porque en ella veo reflejado la fe en Dios, el hecho de fiarse de Él (como haceis los seminaristas), el hecho de seguir adelante y hacer su voluntad, e incluso en la cruz, estuvo a los pies de Jesús, sabiendo que su hijo iba a morir, pero por amor a todos nosotros. No sé, es que son tantas cosas impresionantes en ella! Y es verdad lo que dices: "ojalá mirando a María, sepamos tb mirar a su hijo, y como Él, inclinarnos a nuestros hermanos". Ojalá!

Un abrazo muy fuerte,

Davinia :)

Te llevaré al desierto dijo...

Gracias Juanma, a vosotros también se os echa de menos eh!... Habrá que ver ese puzzle! Un abrazo hermanillo!

Davii! Cuanto tiempo sin saber de ti! Perdida en London!! Fiarse es una pasada... con sus cosillas malas, pero sobreabundan las buenas eh!

Y nada... aprender a mirarle a ÉL!

un abrazoo hacia London!! muakis!