lunes, 3 de diciembre de 2007

¿Para qué te sirve ganar el mundo entero...?

¿Para que le sirve al hombre ganar el mundo entero, si se pierde a sí mismo? Solía san Ignacio de Loyola repertirle esta frase del Capitulo 9 de Lucas a Francisco cuando coincidieron ambos estudiando en París. Francisco nació en Javier (Navarra) hijo de una importante familia de la nobleza del Reino... a los 18 años marchó a estudiar a la Sorbona de París, con tal de educarse para las relaciones diplomáticas... Allí fué donde conoció Ignacio de Loyola, enamorado de Cristo y de su palabra... Francisco ganó una importante cátedra en la Universidad, obtuvo fama y popularidad... pero algo le faltaba... Ignacio sabia que era que añoraba... Y Francisco también se enamoró de Cristo... Ambos iniciaron la fundación de la Compañía de Jesús y llevarón el evangelio a tierras lejanas... Africa, La India, Japón...
Hoy en el marco de la novena de la Inmaculada y la primera semana de adviento, la Iglesia recuerda a este santo, patrono de las misiones, que como tantos otros, se enamoró del evangelio de Cristo, de su predicación, de su verdad... Su vida es impresionante... Tuve la suerte de estar en el castillo de Javier el pasado Julio, junto a los seminarista del Menor... pero no encuentro las fotos...

Este fin de semana he estado en casa, después de un mes sin ir... El sábado por la mañana fué la misa de Acción de Gracias por el nombramiento cardenalicio del Sr. Arzobispo con los sacerdotes de la diocesís y al acabar me marché para casa, aunque a penas estuve, ya que tuve esa noche boda... y al día siguiente después de comer nos volvimos para el seminario, por la noche tuvimos la cena de productos típicos...

Cuantas veces queremos hacer propias nuestras historias, cuando en realidad son de Dios... Hoy el ejemplo de San Francisco de Javier nos lo deja bastante claro... a mí también... porque el hecho de no entender nada muchas veces es por algo... sin entender, con rabietas... pero fiándose... fiándose de Áquel de quienes tantos se han fiado... Una vez más... Tomad, Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y mi voluntad; todo mi haber y mi poseer, Vos me lo díste, a Vos Señor lo torno... Todo es vuestro, disponed de ello, según vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y vuestra gracis, que eso me basta... Que me baste de verdad Señor... que sea tu cruz mi cruz, que igual que Javier tenía en sus manos el mapa del mundo para evangelizar, pueda yo buscar el mío también... y que al igual que en el corazón de Javier estábas Tú, habita Señor también en el mío... porque sólo Tú das sentido a la misión... a esta misión...


"Señor, quiero vivir en total esperanza y confianza en ti. Desconfío absolutamente de mis fuerzas. Pongo mi esperanza en ti, Señor. Me faltan todas las cualidades para darte a conocer, por eso espero y confío en tu ayuda abundantísima. Nada temo, porque tú estás conmigo.
Pongo mi esperanza en ti, Señor Jesús, para que con tu gracia hagas que este instrumento inútil que soy yo, pueda plantar la fe entre los gentiles. Si los demás ven que yo soy polvo y ceniza, e incluso más ruin que esto, y sin embargo la fe en Dios sigue su camino, también los más débiles se tienen que animar a venir aquí, para ser operarios de tu mies. Confío que me admitas en tu gloria, pues para esto me criaste. Dame fuerzas para servirte en todo, y cumplir aquí tu santa voluntad” (San Francisco de Javier)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias!!

Anónimo dijo...

gracias por tu pagina ayuda en la fe no te desanimes al cuntrario ten mas fuerza nos contagiasdel amor a jesus

Sergio dijo...

Pues adelante hermano, en la humildad es donde mas se nos dá el espíritu Santo.

Que Dios te bendiga, y te digo que has ELEGIDO EL MEJOR CAMINO.

Yo quería hacer tantas cosas y no sabía ni como comenzar y un buen sacerdote, hombre de Dios me dijo: deja que Dios guíe tus pasos, pues eso, con entera confianza.

Dios te bendiga.

Anónimo dijo...

¡Que pasada la oración! no la conocia...