lunes, 21 de abril de 2008

¡Sacerdotes de cuerpo entero!


Ayer por la tarde, después de despedir a nuestros respectivos padres, fuimos a jugar a bolos al Kinépolis y a despejarnos un ratillo, ya que el finde había sido movidito... el sábado la ordenación y el domingo día de padres con el Cardenal. Rafa y Joaquín, dos de los nuevos diáconos, también vinieron con nosotros, con su recién estrenado clergyman... El Kinépolis estaba a reventar, y fue toda una experiencia... muchas miradas y muchas anécdotas, todas ellas graciosas... Era su primer contacto mundo-vestidura eclesial...

Yo disfruté. Disfruté de ir con mis hermanos de seminario a un Centro Comercial. Pero lo más divertido fue cuando jugamos a bolos y cuando el centro de todas las miradas eran los dos diáconos... Todo un signo, claro que sí. También jugámos al futbolín.


Me ha llegado por correo electrónico el artículo de Todo era Bueno que habla del tema... Yo desde aquí les doy la enhorabuena a los diáconos que han "elegido cleryman" De todas formas me pareció muy divertido a la par que útil lo que algunos amigos le hicieron a un recién ordenado diácono: vaciar su armario, repartirse su ropa laical entre ellos y regalarle algunas camisas negras de cleryman: para evitar tentaciones...



Y ya que estamos citamos la homilía de Juan Pablo II "El Grande" en Valencia en el 82, dirigiéndose a los diáconos que iba a Ordenar Presbíteros:


"Ser uno más, en la profesión, en el estilo de vida, en el modo de vestir, en el compromiso político, no os ayudaría a realizar plenamente vuestra misión; defraudaríais a vuestros propios fieles que os quieren sacerdotes de cuerpo entero: liturgos, maestros, pastores, sin dejar por ello de ser, como Cristo, hermanos y amigos."

4 comentarios:

Anónimo dijo...

con cleriman no con sotana nos gustaria amuchos ver a los sacerdotes

Anónimo dijo...

Muy gracioso lo de las camisas. Un buen sistema :)

Rodrigo dijo...

Rezo por sacerdotes de cuerpo entero...por vuestro hermoso trabajo, santidad y humanidad.
Un abrazo en oración.

Te llevaré al desierto dijo...

Gracias Rodrigo, nosotros también rezamos por vosotros los laicos.