Sin palabras...

Como sabreis algunos, este fin de semana mi pueblo, El Verger, se ha inundado por el desbordamiento del rio Girona, el panorama ha sido desolador... el rio se desbordó el viernes a las 12:30 del mediodía, y se llevo consigo todo lo que encontró... coches, motos... y inundó cientos de casas. El viernes me iba a cenar a Alzira con unos amigos de la facultad y Dani, el seminarista de Ibiza se venía a mi casa a dormir... pero con todo lo que pasó no pudimos ni cenar ni ir a casa... así que fuimos el sábado por la mañana cuando en teoria el tiempo ya habia calmado... Al llegar al pueblo me quedé sin palabras; no me creía lo que veía... estaba todo completamente lleno de barro, las calles enteras, la gente sacando todos los muebles de sus casa llenos de barro e inservibles... No podía creerme que las calles donde he jugado, donde he paseado, donde he vivido y crecido estuvieran llenas de escombros, de barro... y de dolor. Dolor por el temor ante el perderlo todo, dolor ante el no saber que hacer, la incertidumbre, el miedo, el no tener donde ir... Me cambié de ropa y me fuí a ayudar donde pude... habia militares quitando escombros... pero nadie se preocupaba de los escombros del corazón, del barro de la tristeza, del dolor... ¿que le puedes decir a alguien que ha perdido todo absolutamente? Pues no lo sé... yo no supe que decir, simplemente me uní a su dolor, y ofrecí todo mi ser para aquello que fuese necesario... A veces pensamos mil y una teoria que nos haga explicar lo sucedido y consolar lo inconsolable... yo ni lo intenté... simplemente me di a mi mismo...